BOA CUBANA

Especie endémica de Cuba que se distribuye por toda la isla.
La boa cubana es una serpiente grande de cabeza redondeada, con dientes de la mandíbula superior grandes curvados hacia dentro. Su cuerpo es largo y grueso, de color marrón con algunas manchas.
Al contrario que otras serpientes las escamas ventrales no se dividen en la cola, por lo que al estar expuesta a la luz su piel ofrece un espectacular efecto de arcoíris.
Es cazadora constrictora, esto significa que estrangula a su víctima apretándola con sus potentes músculos hasta asfixiarla. Luego la traga desmontando su mandíbula y sin masticarla, y la digiere muy lentamente. Es un depredador mayormente nocturno, siendo capaz de capturar murciélagos al vuelo, cuando éstos entran o salen de cuevas.

Posee fosas termosensibles en las grietas de la boca que detectan cambios muy leves de temperatura, lo que les permite detectar presas de sangre caliente en la oscuridad. La presa es inicialmente capturada con sus dientes, y luego enrolla su cuerpo alrededor hasta asfixiarla.

La joven boa cubana es principalmente arbórea, habitando árboles en los bosques tropicales. Se vuelve más terrestre a medida que crece y puede encontrarse en bosques húmedos y secos, así como en hábitats rocosos y campos de cultivo. También ha sido observada enrollada alrededor de las raíces en las entradas de las cuevas.

Las boas son animales en peligro de extinción. Es perseguida y asesinada por el ser humano porque creen que se comen las aves de corral. La boa cubana no es venenosa y se le considera inofensiva para el ser humano aunque hay que ser precavido con los ejemplares más grandes porque podrían asfixiar a menores.