GECKO LEOPARDO

El gecko leopardo recibe su nombre por su llamativa coloración, ya que el color beige marrón claro del fondo con las manchas negras recuerda al pelaje del leopardo.
Miden  unos 25 cm, siendo la cola un tercio de la longitud total y pesan entre 40-70 g. Tienen un cuerpo cilíndrico y robusto, ligeramente aplanado en la parte superior, con extremidades fuertes terminadas en 5 dedos y adaptadas a la vida terrestre. La cabeza es enorme con párpados móviles y ojos llamativos y grandes posicionados de forma lateral.

Durante generaciones ha habido geckos leopardo en cautividad por lo que su comportamiento e incluso su coloración se ha visto afectada y es muy distinta a la de los geckos puestos en libertad.

Su piel es lisa salpicada irregularmente de escamas tuberculares. El envoltorio externo se renueva con regularidad mediante la muda. La cola alargada sirve para coordinar sus movimientos y para almacenar sus reservas de alimentos en forma de grasas.

Los geckos leopardo viven principalmente en regiones calurosas y con grandes variaciones de temperatura día-noche. Es un reptil de actividad principalmente crepuscular, resguardándose del calor en sus húmedas madrigueras durante las horas de sol. Su mayor actividad se concentra en las noches más cálidas y húmedas.
El gecko leopardo inverna, reduciendo mucho su actividad durante dos a tres meses. Esto ralentiza su metabolismo y dejan de comer. Solo de vez en cuando ingieren un poco de agua.