Es una salamanquesa terrestre que, a diferencia de la mayor parte de especies de la familia de los gecónidos, no tiene la facultad de subir por las paredes o los árboles dado que no presenta estructuras adhesivas en sus dedos.
Su espectacular forma de locomoción arbórea, denominada braquiación, permite a los gibones desplazarse mediante el balanceo a través de la jungla a una velocidad de hasta 56 kilómetros por hora, salvando espacios que pueden llegar hasta los 15 metros de longitud con un solo salto pendular.